En la esquina inferior derecha de la multitud, había una anciana y una joven sosteniendo a una niña, mirando a Tian Heng con ojos tristes. Sus dimensiones escultóricas y su estructura piramidal nos recuerdan sin duda a las pinturas de Poussin y David. Las fotografías de Xu también utilizan sus colores principales rojo, amarillo y azul favoritos, destacando los intercambios de Tian Heng con hombres jóvenes. La parte posterior está bordeada por un cielo despejado y sencillo, lo que da a la gente una sensación de claridad y solemnidad. "Noble sencillez y tranquila grandeza" es el estilo artístico defendido por el patólogo clásico alemán Winkelmann.
Cuando aprecias las pinturas de Xu Beihong, encontrarás que los brazos estirados de los personajes, las puntas de los pies, las piernas estiradas frente a ellos, los palos de madera y las espadas oscuras forman una especie de imagen. El ritmo, la quietud. en el movimiento, exuda un espíritu heroico. En China, donde prevalecía el arte modernista en ese momento, Xu Beihong insistió en una postura realista de prestar atención a la vida y la sociedad, y expresó su llamado a la justicia social a través de pinturas históricas, que eran como relámpagos en la oscuridad iluminando el cielo y revelando el amanecer.