El profundo fundamento práctico social e histórico de la educación científica radica en el hecho de que la producción social y la vida social son cada vez más científicas, apoyándose en la ciencia y la tecnología, lo que proporciona un terreno fértil para la transformación y el desarrollo de ciencia y tecnología. El fundador del marxismo reveló científicamente las leyes del proceso histórico en el que la productividad se transforma gradualmente de la fuerza física, la experiencia de producción y las habilidades en ciencia y tecnología. Son la ciencia y la tecnología las que conectan la educación y el trabajo productivo. Sin ciencia y tecnología no habría combinación de educación moderna y trabajo productivo. De la misma manera, sin educación científica y tecnológica no habrá desarrollo integral de las personas. Porque la ciencia y la tecnología son poderosas fuerzas productivas y poderosas herramientas para comprender y transformar el mundo y crear nuevas vidas. Dominar la ciencia y la tecnología significa mejorar la propia fuerza y ganar más iniciativa y libertad frente al mundo objetivo. Ésta es la esencia espiritual de Marx de la libertad personal, el desarrollo pleno y original, es decir, el desarrollo integral.
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