El patrón general del desarrollo histórico de la Península de Corea es un proceso que comenzó con un número desconocido de primeros grupos tribales que habitaron la península en tiempos prehistóricos, migrando desde Siberia y las regiones occidentales. Con el tiempo, algunos de estos grupos formaron sociedades más complejas, lo que eventualmente condujo a los primeros reinos que crecieron en la península y en algunos casos se extendieron hacia el oeste hasta lo que hoy es China; A medida que el tiempo y los acontecimientos se desarrollaron, estos reinos se unificaron, aunque los límites y el alcance de la unificación han seguido cambiando con el tiempo, hasta el día de hoy. Además de las divisiones obvias entre Corea del Norte y Corea del Sur, existen diferencias culturales (incluidos dialectos, comida e identidades locales) entre las distintas regiones de la península de Corea. En algunos casos, estas diferencias son suficientes para afectar el resultado de las elecciones políticas. A pesar de esto, la cultura coreana es muy homogénea en comparación con China e incluso Japón.
En los últimos 2.000 años, la Península de Corea ha sufrido ocho invasiones a gran escala e innumerables guerras e invasiones a pequeña escala. Ubicada estratégicamente en parte del puente terrestre del círculo de interacción del Mar Amarillo, la península siempre ha sido un conducto natural para las incursiones hacia y desde Asia continental. En tiempos de guerra, los ejércitos tendían a avanzar alrededor de la península, asegurando que muchas áreas sufrieran una destrucción repetida, una dinámica que se puso de relieve durante la Guerra de Corea (1950-53).
Entre los muchos invasores se encontraban los antiguos reinos chinos, los khitanes, los mongoles, los japoneses y los manchúes. En el siglo XX, Corea del Norte fue colonizada por Japón, y durante la era de la Guerra Fría después de la Segunda Guerra Mundial, Corea del Norte quedó atrapada en medio de conflictos entre Estados Unidos, la Unión Soviética y China por la expansión comunista. Durante la Guerra Fría, la división entre Corea del Norte y Corea del Sur sigue sin resolverse. En algunos casos los invasores dejaron su huella e incluso trajeron un intercambio cultural positivo, en otros casos no dejaron nada más que destrucción. A pesar de las difíciles circunstancias, los coreanos han logrado mantener una identidad cultural única que los distingue como tenaces sobrevivientes. Hoy en día, Corea del Sur es una de las sociedades más "conectadas" en términos de acceso a Internet, y durante los años 1980 y principios de los 1990, la economía coreana experimentó un auge. Corea del Sur también ha sido líder en recuperación económica después de la crisis económica asiática de 1997. Corea del Norte está a punto de sufrir cambios en las próximas décadas que, en parte, determinarán la estabilidad en el este de Asia y en todo el Pacífico Norte. En resumen, la Península de Corea siempre ha sido una parte integral del poder regional y la dinámica política y seguirá desempeñando un papel importante en el escenario mundial.