Por ejemplo, en el Reino Unido, la última reina Isabel fue heredera y heredó el trono británico de su padre. En Bélgica, desde 1991, se estipula que el heredero al trono serán los descendientes directos del rey independientemente del sexo y se heredarán por orden de generación.
Dinamarca, Mónaco, Países Bajos, Noruega y otros países también permiten que las mujeres hereden el trono.