¿No hay suficientes peleas de fans? Cuente los accidentes en el fútbol.

Durante la primera ronda de la Copa de Europa en Francia el 11 de junio, los aficionados de Inglaterra y Rusia tuvieron serios conflictos después del partido. Los aficionados británicos, a quienes siempre se ha llamado "hooligans del fútbol", fueron derrotados por los aficionados de la "Fighting Nation", que estaban en absoluta desventaja, y luego fueron ridiculizados por Putin. Al final, los aficionados rusos pagaron un alto precio por sus acciones y su selección nacional estuvo a punto de ser enviada de vuelta a casa.

El incidente con fuegos artificiales más famoso en la historia del fútbol fue la "lesión" de los fuegos artificiales durante el partido de clasificación para el Mundial Sudamericano de 1990.

En la última ronda de clasificación, las dos grandes potencias del fútbol, ​​Brasil y Chile, protagonizaron un duelo. Debido a su desventaja récord anterior, Chile sólo puede garantizar su avance a la final de la Copa del Mundo si gana. En la segunda mitad del partido, quizás la afición estaba demasiado emocionada y no lanzó fuegos artificiales. Un fuego artificial acaba de caer sobre el terreno de juego, aterrizando junto al portero chileno Rojas. Pronto, Rojas cayó al suelo dolorido, con su camiseta manchada de rojo con sangre. El médico de la selección chilena ingresó rápidamente al estadio y comenzó a atenderlo, pero los enojados integrantes de la selección chilena también se declararon en huelga colectiva y el juego tuvo que ser interrumpido.

Después del partido, la selección chilena solicitó la revancha, pero la FIFA no sólo se negó, sino que multó directamente a la selección chilena por comportamiento inmoral. Resulta que la lesión de Rojas en el partido de Eliminatorias fue una "mala jugada" que le jugó la selección chilena. Al ver que no había esperanzas de victoria en el juego, Rojas fingió ser alcanzado por los fuegos artificiales y cayó al suelo. Aprovechando el caos, el médico del equipo le hizo un corte con un cuchillo y usó una poción roja para disfrazar la sangre. Al final, la selección chilena fue inhabilitada para dos Mundiales (1990, 1994). Rojas, entonces capitán de la selección chilena, fue inhabilitada de por vida para participar en competiciones internacionales y se convirtió en el pecador de Chile.