Es un diamante. Su luz es suficiente para cubrir los corazones de las personas. Con él, incluso los mendigos pueden hacerse ricos, por lo que es el más preciado. Sin embargo, está muerto, sólo un símbolo, sin vida. Quizás no sea el más preciado.
Es comida. Su estatus es suficiente para superar todo en el mundo. Con él, existe un pilar de supervivencia, por lo que es el más preciado. Sin embargo, es material y no puede dar educación. Quizás no sea lo más preciado.
Así es la vida. Su valor está más allá de las palabras. Con él, están los humanos, por lo que es el más preciado. Sin embargo, es un don de Dios, una característica, y quizás no la más preciosa.
¿Qué es eso?
Me siento como en familia.
Cuántas veces, a partir de pensamientos abrumadores, comencé a escribir palabras sobre la vida y el viaje y se las envié a mis familiares. Fueron elocuentes y directos, con muchos agravios y desgracias pensé que lo que daba era sangre y cariño familiar.
Mis padres me plantaron el antídoto. Mi dolor, mi risa, mi pérdida, mi éxito están todos acompañados por mis padres.
El tiempo vuela, han pasado diecisiete años y cada amor dado por mis padres ha quedado en el aire. Es tan normal que crecí en este tipo de ambiente aéreo. Estar acostumbrado a amar y mimar es una especie de naturaleza.
Siempre que llueve, mi madre se queda ansiosa junto a la ventana esperando mi regreso. Siempre que sopla el viento, mi padre siempre me da la bienvenida cuando hay viento fuerte.
Padres, esa es la encarnación del amor, esa es la sublimación del ser humano, esa es la trascendencia de las emociones.
Los padres son diamantes eternos, los padres son alimento cuando tenemos hambre y los padres son la fuente de nuestra vida. Por tanto, el amor familiar no tiene precio y es el más preciado.
"Confía en tus padres en casa y confía en tus amigos cuando sales". Este viejo dicho que circula desde hace mucho tiempo dice una verdad profunda.
Amigo, si te vuelvo a preguntar: ¿Qué es lo más preciado? !
¿Puedes resolver dudas fuera de casa?