Después de dar a luz, las gatas necesitan descansar. Los gatitos recién nacidos usan la nariz para oler, por lo que los padres siempre deben tener cuidado de no dejar que los gatos atropellen a sus gatitos. Y coloque la sala de partos en un lugar bien ventilado, ligeramente oscuro y tranquilo.
A partir del segundo día después del nacimiento, alimenta al gato cada 4 horas. Elija alimentos líquidos nutritivos y de fácil digestión, como sopa de pescado, sopa de huesos, o agregue a la papilla una pequeña cantidad de yema de huevo, pan, caldo, etc. A partir del quinto día se puede aumentar el contenido de proteínas, grasas, vitaminas y minerales en el alimento para asegurar las necesidades nutricionales y alimentarias del propio gato. Los gatos pueden comer comidas más pequeñas con más frecuencia todos los días.
Los utensilios para la alimentación de los gatos deben limpiarse todos los días, el ambiente dentro y fuera de la sala de partos debe mantenerse limpio y los restos de comida y heces deben limpiarse a tiempo.
Preste atención a la nutrición de la gata en horarios habituales, no la visite con frecuencia y no informe con frecuencia sobre el bebé. Presta atención a la higiene. De hecho, no hay necesidad de ponerse nervioso. La madre gata se hará cargo de los gatitos.