1. Amor
Amar a los estudiantes es el deber ineludible de un maestro y la base de la educación. Frente a estos niños enérgicos y viendo sus lindas caras sonrientes, un maestro responsable sentirá la gran responsabilidad que carga sobre sus hombros. Cuando los padres nos confían a sus hijos, confían en nosotros y esperan que sus hijos crezcan en nuestras manos y se conviertan en la esperanza de sus familias y los pilares de la sociedad.
2. Atención a la reunión del comité de clase.
Cuando se establece una nueva clase, el profesor de la clase necesita dedicar una cierta cantidad de tiempo y energía para formar un buen comité de clase. Un buen comité de clase puede obtener el doble de resultado con la mitad de esfuerzo. Una vez formado el comité de clase, el trabajo de cada comité de clase se puede organizar en detalle.
El maestro de la clase debe brindar fuerte apoyo y aliento al trabajo del comité de clase, afirmar y elogiar a los miembros del comité de clase que han logrado logros en el trabajo de clase, y criticar y corregir rápidamente a los estudiantes que obstaculizan el trabajo del comité de clase, comunicarse con el comité de clase, enseñarles cómo lidiar mejor con los problemas y unir y cuidar a cada estudiante. Si los métodos de trabajo del comité de clase son inadecuados, deben corregirse a tiempo y no pueden estar sesgados hacia la protección.
3. Actuar como padre
Los estudiantes permanecen en la escuela, lo que hace que rara vez abandonen la escuela. Cuando encuentren dificultades que no puedan resolver por sí solos en la vida y el estudio, pedirán ayuda al profesor de la clase. Los profesores de clase deben comprender cómo se sienten los estudiantes. Cuando tienen problemas en casa, siempre acuden a sus padres para solucionarlos. Ahora están lejos de sus padres y no tienen más remedio que buscar ayuda en el director, a quien consideran un familiar.
Por lo tanto, el maestro de la clase debe preocuparse rápidamente por el bienestar de los estudiantes, preocuparse por su salud, escuchar sus necesidades y preocuparse por ellos como padres. Especialmente cuando los estudiantes están enfermos, tienen escasez de dinero y se retrasan en su desempeño, los maestros necesitan más atención y aliento.
4. Celebrar reuniones periódicas de padres y maestros.
La comunicación entre directores, profesores de diversas materias y padres de alumnos es fundamental. De esta manera, los padres pueden comprender la situación de sus hijos en la escuela y los maestros también pueden comprender los problemas de sus hijos fuera de la escuela. La comunicación mutua puede resolver los problemas de los niños de manera oportuna y efectiva, lo que es de gran ayuda para el crecimiento físico, mental, académico y de los estudiantes.