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"Dancer in the Dark" es la última parte de la "Trilogía de la conciencia" del destacado director danés Lars tras "Breaking the Waves" y "The Idiot". Se dice que la inspiración para filmar esta trilogía surgió de uno de sus cuentos de hadas favoritos: una niña fue a jugar al bosque. Tenía pan en la mano y juguetes en el bolsillo, pero felizmente se lo llevó todo en el camino. . Ella dio todo a las personas que la rodeaban, pero al final se quedó sin nada y sin un centavo. Pero ella dijo: "Todo irá bien para mí, todo será tan bueno como antes". Lars usó este personaje abnegado como modelo para crear la imagen de la fuerte y optimista Selma en "Dancer in the Dark". La película escenifica una tragedia que pertenece a los Estados Unidos en la década de 1960. Quizás solo en esta época pueden ocurrir todo tipo de injusticias e ignorancia. Selma es como una niña en el campo de batalla, esquivando las desgracias diarias, pero la vida no ha cambiado gracias a ella. Los milagros aparecieron debido a su bondad, y el mundo oscuro finalmente enterró su obstinada figura.