La vida humana es corta y larga, y la vida es más apasionante por su belleza. La riqueza de la memoria nos hace ricos a cada uno de nosotros. Los recuerdos comienzan en la vida, precisamente porque las escenas de la vida a menudo están llenas de similitudes, que nos recuerdan inconscientemente el tiempo pasado. Todo lo ocurrido en el pasado, ya sea feliz o frustrante, siempre nos trae los sentimientos más profundos. Pero pase lo que pase, las imágenes que guardamos en la memoria son el tesoro más preciado de nuestro corazón.
Cuando somos jóvenes, somos como una hoja de papel en blanco. El tiempo nos da la tolerancia para garabatear descuidadamente, dejando atrás nuestro lado más puro e inolvidable, ya sea juvenil o ingenuo. Pero esto es lo que más queremos en este momento. No es que no quieras crecer o que nunca olvides el pasado, sino que tu infancia sin preocupaciones es anhelante e inolvidable. Ese es también el momento que más envidiamos ahora.
Después de entrar al estudio, los compañeros y profesores son los que más nos acompañan. Por supuesto, las historias de este período son aún más inolvidables. Siempre hay escenas extrañas en la vida, pero cuando pienso en ellas ahora, siento una calidez infinita. La vida de estudio está llena de alegría en medio de las dificultades y de ocio en medio de las actividades. También aprendimos a despedirnos del trabajo, crear nuestros propios hermosos recuerdos en el proceso de aprendizaje y dejar hermosos recuerdos en el proceso de aprendizaje.
La memoria es preciosa. No es tan práctica como el dinero, pero no se puede comprar con dinero. Para fabricar gramófonos, pasamos toda la vida creándolos. Mantenga el tiempo y oculte bellas imágenes; aproveche el ritmo de la vida y deje que la vida permanezca en lo más profundo de nuestra mente.
Anhelo la vida futura, aunque sea desconocida y vacía. Pero creo que podemos crear felicidad y belleza. Porque el gramófono no sólo guarda recuerdos, sino también la más suave dulzura en nuestro corazón.