En primer lugar, admito que escucho tanto sobre "nunca te rindas" que no estoy de acuerdo con la idea.
Cuando las personas están decididas a hacer algo, les gusta utilizar estas tres palabras como lema. La verdad es que nadie sabe cuánto tiempo o cuánto te llevará alcanzar este objetivo. Si te aferras a una meta, descubrirás que tu energía se está agotando. Pero su éxito aún no ha llegado. Es más, las cosas siempre cambian más rápido de lo que esperas, por lo que tus objetivos deben estar anclados en consecuencia. Renunciar a una cosa puede resultarte más beneficioso en otro momento. Además, es fácil que las metas de una persona se fijen mucho más allá de su capacidad, especialmente si cree que "no rendirse nunca" significa éxito.
En resumen, es realmente imprudente sostener la idea de "nunca rendirse". No sólo agotará tu energía, sino que también hará que te pierdas otros beneficios. Así que mi consejo es que a veces te rindas.