Desde aproximadamente 600 hasta 1500, los mayas arrojaban personas y objetos al pozo como sacrificios. Este pozo era un amplio pozo negro formado naturalmente, que los mayas llamaban "pozo sagrado". Al estudiar los huesos encontrados en el fondo del pozo, los científicos creen que la gran mayoría de estos sacrificios humanos fueron masculinos. Los científicos también descubrieron algo de cerámica en el fondo de los pozos de grandes ruinas mayas en la Península de Yucatán y llevaron a cabo una investigación detallada.
Entre la cerámica se encuentra un cuenco que servía para quemar incienso y que tiene restos de azul maya. Los científicos se han preguntado durante mucho tiempo cómo los antiguos mayas producían pigmentos duraderos y de colores tan brillantes. Hoy en día, los científicos saben que este color azul se compone de un extracto de las hojas de la planta índigo y de un mineral arcilloso llamado paligorskita. Al analizar muestras de estos pigmentos bajo un microscopio electrónico, los investigadores pudieron detectar los ingredientes clave del Azul Maya.
Feynman dijo: "Nadie puede realmente entender cómo se combinan estos dos ingredientes en un pigmento estable y brillante. Creemos que el copal, también conocido como incienso sagrado, puede ser otro ingrediente. Actualmente, estamos explorando la posibilidad de que sea el copal el que desempeñe un papel clave en la fusión del extracto de índigo con los minerales de arcilla lo que hace que Maya Blue sea más vibrante y duradero que otros pigmentos naturales. Se ha encontrado alguna evidencia que respalda esta especulación”. p>
Los científicos creen que la producción de azul maya también era parte del ritual. "Mi conjetura es que los mayas habrían hecho un gran fuego y habrían puesto un recipiente sobre el fuego para mezclar estos ingredientes clave en el barco", dijo Feynman. "Luego habrían puesto trozos calientes de copal en el recipiente". "
El "Pozo Santo" fue excavado por primera vez en 1904. En aquel momento, los investigadores descubrieron una capa de sedimento azul de 0,35 metros de espesor en el fondo del pozo, pero se desconocía su origen. Ahora, dice Feynman, los científicos saben que el sedimento azul puede haber sido dejado por ofrendas pintadas de azul arrojadas al pozo durante muchos años.