Predicar con el ejemplo
Los niños imitarán cada uno de nuestros movimientos, y si nosotros mismos desperdiciamos comida, nuestros hijos harán lo mismo. Por tanto, debemos empezar por nosotros mismos, convertirnos en un buen modelo a seguir para nuestros hijos y dejarles aprender a valorar la comida.
Desarrollar una sensación de asombro
Los niños a menudo no conocen el valor de los alimentos. Deberíamos decirles que cada grano de alimento se gana con esfuerzo. Sólo permitiendo que los niños comprendan la importancia de los alimentos podrán apreciarlos y reducir el desperdicio.
Decide tu propio apetito
Comer buena comida para tus hijos puede fácilmente hacer que los niños coman demasiado, lo que resulta en desperdicio. Podemos dejar que los niños decidan cuánto quieren comer, lo que no sólo puede ejercer su autocontrol sino también reducir eficazmente el desperdicio de alimentos.
Aprecia la vida
Todo en este mundo es espiritual y la comida no es una excepción. Debemos respetar cada vida y apreciar cada grano de alimento. Trabajemos juntos para enseñar a los niños a ahorrar alimentos, valorar la vida y ser mejores.