Algunas personas se obsesionan con este tipo de preocupaciones y muchas veces caen en el pesimismo y la decepción. Podrían beber para ahogar sus penas, enojarse o incluso esconderse en puertas vacías para escapar. De hecho, esto es imprudente. Entonces, ¿qué podemos hacer para deshacernos de esta preocupación? El psicoterapeuta estadounidense Bill Little resumió varios métodos: Primero, no hacer una bola de nieve cuando sucedan cosas. En este mundo, los problemas son inevitables. Cuando surge un problema, debemos intentar cortarlo de raíz. Por ejemplo, cuando haya problemas en su matrimonio, no entierre su ira y angustia en su corazón durante meses o incluso años. Este tipo de acumulación hará que sus problemas sean ignorados "desde el fin de la paz" y eventualmente conducirá a una escalada de la "guerra entre dos personas", dejándolo profundamente preocupado e incapaz de liberarse.
En segundo lugar, cuando encuentres dificultades, no te hagas cargo del problema y te compadezcas de ti mismo, quejándote en todas partes de que no eres tan bueno como los demás, no mires fijamente las cosas negativas y digas “pequeñas; intestino". Siempre sientes que los demás se compadecen de ti y te traen estos problemas. Si su jefe tiene prejuicios contra usted, no lo dude. Mientras tengas la conciencia tranquila, no hay necesidad de culparte. No dudes que otros, como los pequeños funcionarios de Chéjov, te crearán problemas. Esto requiere fortalecer las capacidades de autorregulación, restringir los impulsos emocionales y tratarse a uno mismo y a los demás con calma.
En tercer lugar, no caer en la trampa de “la regla de oro de la estupidez”. Esta "regla de oro" trata a todos como inútiles, se desprecia a uno mismo y menosprecia a los demás; uno siente que no es bueno en nada y está descontento con los demás. Siempre me quejo y me quejo de los demás y hago una montaña de un grano de arena. Si las cosas continúan así, conducirá a la estabilidad y al desequilibrio de la estructura de la personalidad. Si no quieres interactuar con los demás, los demás no interactuarán contigo, lo que conducirá a la alienación en las relaciones interpersonales.
El cuarto es buscar un amigo del sexo opuesto para derramar el "agua amarga" de tu corazón y desahogar tus preocupaciones en un ambiente cordial, relajado y armonioso. Desde un punto de vista fisiológico, hombres y mujeres tienen diferentes hormonas fisiológicas, lo que les hace formar una ley natural de atracción de sexos opuestos. Cuando un hombre se lo cuenta a una mujer, abrirá su corazón y confiará sus problemas y angustias a la otra parte con sinceridad y franqueza. Las quejas de las mujeres sobre los hombres también tienen un efecto exterior. Están dispuestas a hablar entre sí sobre sus problemas para reducir su carga psicológica. Más importante aún, sus historias son sinceras pero no falsas, sinceras pero no ocultas, y sus intercambios emocionales consuelan los problemas de los demás y logran un equilibrio psicológico.
En quinto lugar, participar en más actividades recreativas. Cuando te aíslas y tienes poco contacto con el mundo exterior, es fácil meterse en problemas cuando sucede algo. Si sales de casa y vas a lugares de entretenimiento para entretenerte cuando estás en problemas, puedes desviar la emoción del problema en tu cerebro. Aunque este tipo de entretenimiento es sólo una excitación a corto plazo para desviar las preocupaciones, también es extremadamente beneficioso para regular el estado de ánimo.