No se permite el regreso de los malos artistas al escenario, a la pantalla y a la pantalla. Esto es para depurar a los artistas culturales y artísticos, quienes deben saber respetar su propia personalidad y respetar al público.
No sé respetar al público y hacer lo que quiera. De hecho, no respeto mi propia imagen, que es lo que logré.
El camino está a tus pies, y tú mismo tienes que recorrerlo. Nadie más tiene la culpa.