En los primeros días del Reino, Suecia era un reino flexible compuesto por varias provincias independientes. Cada provincia tiene sus propias leyes. El rey era responsable de la coordinación entre las provincias y de la organización de las guerras exteriores. En el siglo XII, el poder real sueco comenzó a fortalecerse y se formaron leyes y impuestos nacionales unificados. El rey sueco se unió a las Cruzadas del Norte en el siglo XII y anexó Finlandia en 1157.
La Unión de Kalmar está controlada por Dinamarca.
En 1364, Alberto de Mecklemburgo, en el noreste de Alemania, fue elegido rey de Suecia, formando un reino confederado co-anfitrión de Suecia y Mecklemburgo. Sin embargo, Alberto siempre resolvió los conflictos entre los nobles suecos locales y ellos. Finalmente, los nobles suecos eligieron rey a Margarita I de Dinamarca y derrotaron a Alberto en la guerra. En 1394, Suecia, Dinamarca y Noruega firmaron la "Unión de Kalmar", que en realidad estaba controlada por Dinamarca.
Sin embargo, durante el período de la Unión continuaron los conflictos entre suecos y daneses. En 1520, el rey Cristián II de Dinamarca reprimió el levantamiento del pueblo sueco en Estocolmo, conocido en la historia como la "Masacre de Estocolmo", que inspiró al joven noble Vasa Gustavo (más tarde abuelo de Gustavo II, el monarca británico de Suecia) a dirigir la Guerra de Independencia. Finalmente, en 1523, el ejército danés no logró reprimir la guerra y Suecia y Finlandia se independizaron entre sí. Así se formó el moderno Reino de Suecia.