Es principalmente una especie de protección para la cabeza para evitar colisiones o explosiones indirectas de metralla.
Si la bala impacta directamente, se desgastará.
A menos que estés al borde del alcance máximo de esta arma de disparo, es posible resistir.
Por ejemplo, si te disparo cinco o seis veces, te quedas a 1.500 metros con el casco puesto.