¿Qué significa el final de Painting Saint?

Al final de la película, Wu Daozi se corta la mano derecha, bebe alcohol y se va con estilo, dejando al erudito atrás, desplomado en el suelo, frente a la "Mano de Dios" que cortó Wu Daozi. y es envidiado por el mundo.

¿Es su fama perdida lo que llora? ¿O te arrepientes de que el mundo haya perdido a un gran pintor?

Como ambos pintores, ¿por qué sus actividades son tan diferentes?

Quizás este sea el impacto del tiempo y la experiencia en las personas.

Cuando Wu Daozi era joven, el emperador apreciaba sus magníficas habilidades pictóricas. A partir de entonces, entraba y salía del palacio, socializaba en la sociedad de clase alta y envidiaba a los demás.

Debió sentirse profundamente feliz al principio.

Poder mostrar tus cuadros a las personas más poderosas, no preocuparte más por la comida y la ropa, y tener mucho tiempo para concentrarte en pintar, que vida tan maravillosa. Hasta que un día, el emperador emitió un edicto que le ordenaba "no pintar sin un edicto". Esta era la recompensa más alta para un gran pintor y, al mismo tiempo, era como un grillete que encerraba la naturaleza del gran pintor. .

A los ojos de Wu Daozi, Tang Anzhou se parecía mucho a él cuando era joven, con excelentes habilidades para pintar y una obsesión por la pintura. Wu Daozi originalmente quería aceptarlo como su aprendiz y enseñarle sus habilidades de pintura de toda la vida, para que otros pudieran seguir sus habilidades de pintura. Sin embargo, descubrió que Tang Anzhou estaba más obsesionado con el poder, la fama y la riqueza, y estaba aún más ansioso por llevarlo de regreso al palacio para recompensarlo.

Tang Anzhou no se dio cuenta hasta el último momento de que la creencia en la que insistía podría estar equivocada.

Está familiarizado con los Cuatro Libros y los Cinco Clásicos desde que era un niño. Como todos los eruditos de la nobleza, considera poder servir al emperador como el mayor honor de su vida. En su opinión, la respuesta correcta era que un gran pintor como Wu Daozi debería regresar al palacio y continuar creando pinturas para el emperador y ser famoso durante generaciones.

Al final, Wu Daozi preferiría cortarse la mano antes que regresar a palacio, lo que le hizo comprender que no todo el mundo vive para la fama y la fortuna.