1 Intervenga de manera oportuna: primero, puede enviar un mensaje. Mensaje en el grupo para explicar. Ha notado los temas que todos están discutiendo y espera que esta discusión pueda avanzar en una dirección más cooperativa y constructiva. Puedes decir: "Hola a todos, me he dado cuenta del tema que estamos discutiendo. Todos estamos a favor de la educación y el crecimiento de nuestros hijos, discutamos este tema de manera más racional y pacífica".
2. Sugerencias: Sugerir formas concretas de comunicarse y resolver problemas. Por ejemplo, puede sugerir que cada padre organice sus opiniones y posiciones en texto o voz y las envíe de forma privada al propietario o administrador del grupo, quien luego resumirá y extraerá información clave para compartir en el grupo. Hacerlo evita conflictos directos y ayuda a que cada padre tenga suficiente tiempo y espacio para expresar sus puntos de vista.
3. Deje clara su posición: como propietario o administrador de un grupo, puede expresar claramente su oposición a cualquier forma de conflicto y disputa. Se puede enfatizar que los padres deben trabajar juntos para el crecimiento y la educación de sus hijos sobre la base de la cooperación y el respeto.
4. Cambia de tema: Si la situación es difícil de controlar, puedes intentar cambiar de tema y redirigir la discusión a un tema más positivo y relajado. Por ejemplo, "Hagamos una pausa en esta discusión y compartamos una historia interesante sobre nuestros hijos".
5. Ayuda: si la situación se sale de control, puedes pedir ayuda a la escuela o al maestro. Por ejemplo, se puede invitar a los profesores a intervenir para ayudar a resolver problemas.
Recuerde, la buena comunicación y la cooperación son claves para la resolución de conflictos. Debe esforzarse por mantener un ambiente positivo y armonioso donde todos los padres puedan participar en las actividades de la clase.