Pero esto no quiere decir que se deba fomentar esta conducta en los niños. Los padres no sólo deben empatizar con sus hijos, sino también pensar en cómo cambiar esta situación. Si un niño es realmente inteligente y puede obtener altas calificaciones sin tomar las clases en serio, entonces simplemente déjelo hacerlo, porque así es como aprende y ya ha obtenido altas calificaciones, entonces, ¿por qué se le debería pedir que se tome las clases en serio? Tal vez el maestro no enseña lo suficientemente bien, o la enseñanza es demasiado simple, entonces ¿por qué obligar a los niños a estudiar mucho con otros niños con malas calificaciones? Deje que su hijo se relaje y bríndele suficiente flexibilidad para aprender, ya sea que hable en serio o no. Esta actitud no es tan importante.
Si los padres todavía piensan que esta actitud le hará suspender el próximo examen, lo que dañará su confianza en sí mismo, les preocupa que no se recupere en el futuro. Entonces los padres deberían comunicarse con los profesores y decirles a sus hijos la importancia de la actitud, porque ésta tiene una influencia sutil. Es posible que no pueda ver el impacto de su actitud en su desempeño en el examen reciente, pero puede aparecer más tarde y, una vez que se forman malos hábitos, es difícil deshacerlos. Después de todo, es difícil recuperar el conocimiento. Si te quedas atrás, te sentirás frustrado. Esto será un círculo vicioso.
Si después de repetidas comunicaciones con el maestro, el niño aún no se toma la clase en serio, entonces el maestro usará magia para vencer la magia, es decir, dar preguntas más difíciles para que el niño solo pueda Obtenga 60 puntos. Esto aumentará la confianza en sí mismo del niño. Su corazón estará herido y ya no se atreverá a ser tan arrogante, por lo que tomará la clase en serio. Entonces su puntuación puede ser de 100 puntos en el futuro.