Este principio nos dice que usar el poder de otros para mostrar la propia fuerza a menudo obtendrá más atención y respeto. Sin embargo, no vale la pena promover este comportamiento porque ignora la verdadera fuerza y valor. Cada uno de nosotros debería esforzarse por ser nuestra propia aura, en lugar de depender de la luz de los demás. Sólo la verdadera fuerza y valor pueden permitirnos lograr el éxito y el respeto a largo plazo. ¡Empecemos de ahora en adelante, abandonemos la idea de un zorro haciéndose pasar por un tigre y trabajemos duro para mejorar nuestras habilidades y valor!