La historia histórica de la bata blanca

En la Europa de mediados del siglo XIX no existía entonces el concepto de desinfección en los hospitales. Todos los médicos visten batas grises y todas las enfermeras visten uniformes de monjas. El objetivo es evitar que la sangre manche tu ropa, eligiendo grises y negros para que la ropa luzca menos sucia ya que nunca se lava. En ese momento, una gran cantidad de pacientes morían a causa de infecciones bacterianas y la gente no sabía que la muerte del paciente fue causada por la ropa del médico.

Quien cambió todo esto fue el francés Louis Pasteur, quien más tarde sería llamado el "Padre de los Microorganismos". Tuvo cinco hijos, de los cuales sólo dos sobrevivieron hasta la edad adulta. Otros tres murieron de fiebre tifoidea. Este incidente lo impulsó a comenzar a estudiar las infecciones.

Descubrió que las bacterias son la causa y el medio de diversas enfermedades infecciosas. El calentamiento a alta temperatura puede matar los microorganismos que hacen que la cerveza sea amarga. Y creó el "método de pasteurización", que rápidamente se aplicó a alimentos y bebidas. Pasteur también se dio cuenta de que muchas enfermedades eran causadas por microorganismos, estableciendo así la teoría de los gérmenes y enfatizando el uso de la desinfección por parte de los médicos.

A partir de entonces, el médico comenzó a ponerse una bata blanca limpia, comenzó a esterilizar el instrumental quirúrgico a alta temperatura, a lavarse las manos antes de la cirugía y a atar una venda en la herida del paciente después de la desinfección. Esto reduce en gran medida la probabilidad de infección quirúrgica. La bata blanca reemplazó naturalmente a la bata gris y se convirtió en el uniforme de trabajo oficial de los médicos. Hoy en día, la "bata blanca" se ha convertido en sinónimo de la profesión de médico.