Ahora que los vídeos están tan desarrollados, ¿por qué no publicar artículos en vídeo y grabarlos con palabras?

Aunque los vídeos están muy desarrollados en la sociedad actual, el texto sigue siendo la herramienta más importante para la comunicación académica y la difusión del conocimiento. Las siguientes son las principales razones:

1. Rigor académico: en el ámbito académico, los registros escritos son rigurosos y precisos, y pueden expresar con precisión los métodos y resultados de la investigación. Por el contrario, el vídeo puede resultar engañoso o malinterpretado debido a factores como el ángulo de grabación y la iluminación.

2. Legibilidad y reproducibilidad: El texto es fácil de leer, comprender y copiar, especialmente en plataformas online, y es fácil de compartir y difundir. Los vídeos, por otro lado, requieren más tiempo y energía para verlos y comprenderlos, y no pueden ser plagiados ni citados fácilmente.

3. Comunicación multiplataforma y transcultural: la escritura es un lenguaje universal y multiplataforma que no está restringido por hardware o software y se puede utilizar en diferentes entornos culturales y entornos lingüísticos. Sin embargo, los vídeos requieren equipos de reproducción y soporte de software especiales, y puede resultar difícil para personas con diferentes orígenes culturales y entornos lingüísticos comprender su contenido.

4. Protección de la propiedad intelectual: los artículos de texto pueden proteger la propiedad intelectual mediante mecanismos de citación y protección de derechos de autor, mientras que los vídeos tienen más probabilidades de ser robados o infringidos.

5. Restricciones en revistas académicas: la mayoría de las revistas académicas requieren que los artículos se envíen en formato de texto, por lo que es posible que los artículos en video no sean aceptados ni reconocidos.

En definitiva, aunque el vídeo tiene ventajas en algunos campos, en el ámbito académico el texto sigue siendo la principal herramienta de comunicación y difusión del conocimiento.