Este es el momento en que naciste en el torrente del universo, fuiste invitado por nosotros y con gusto te bajaste del auto y viniste al mundo humano, nuestro hogar, y caíste en nuestros brazos. Cada momento es un cuadro, hermoso, y también lo es el momento de la muerte.
Tú bajaste del cuadro, todos venimos del cuadro. Antes de ser seres humanos, todos estábamos en el cuadro. La eternidad es un mural sin límites, y nosotros somos un toque de color.
Después de esto, tienes que volver al cuadro, así que no tengas miedo a la muerte, será como jugar el tiro de aterrizaje al revés.
Volar hacia el cielo es indoloro porque no chocarás contra una superficie sólida. Es un proceso sin punto de aterrizaje ni final, y nunca terminará. Se derrite, como mantequilla untada sobre un trozo de pan tostado. Cuando quieres encontrarte a ti mismo, has penetrado en el brillo.