La enseñanza es una profesión ordinaria y sagrada, y es la ingeniería del alma humana. Los profesores me han influenciado desde que era niño, pensando que dedicaban su juventud y energía al cultivo de talentos en la patria.
Admiro mucho la profesión de docente, así que espero algún día poder ser miembro de este gran equipo y trabajar duro por la educación junto con otros docentes.
Los sueños pueden estar fuera de nuestro alcance, pero pueden estar a nuestro alcance. No importa lo lejos que esté de mi sueño, haré todo lo posible para trabajar y avanzar hacia él. Estudiaré seriamente cada curso para sentar una buena base para hacer realidad mi sueño.
También cultivaré mi buen carácter y sentido de responsabilidad, para poder convertirme en un maestro calificado en el futuro y cultivar talentos sobresalientes para el país.
Los sueños no son fáciles de hacer realidad. Quizás encuentre muchas dificultades y reveses en el proceso de realizar mi sueño, pero perseveraré. No renunciaré a la búsqueda de mis sueños. La docencia no es una profesión casual. Sé lo desafiante y arduo que es este camino, pero creo que mientras tenga una convicción firme y constante y una lucha incesante, definitivamente ganaré algo y seré recompensado.
El maestro es como una vela, ilumina a los demás pero se quema a sí mismo. Los profesores son el manantial que alimenta el corazón de las personas. Los docentes son mensajeros del intercambio cultural y del progreso de la civilización humana.