2. Utiliza un molde para presionar la fina piel hasta formar un embrión redondo.
3. Divida el embrión redondo en dos pares y presione un pequeño agujero redondo en el medio de un par.
4. Extender el líquido de la yema de huevo sobre la masa no porosa. Cubrir con otro trozo agujereado y dejar reposar 30 minutos.
5. Extiende el líquido de la yema de huevo por la superficie y hornea a 220 grados durante 15-20 minutos hasta que tome color.
6. Después de enfriar, introduce la mermelada en el pequeño agujero.