1. Texto original
Había una vez un hombre que puso un grano de grano en una urna. El camello no puede salir primero mientras come en la urna. El dueño pensó que estaba preocupado y no podía hacer nada. Un anciano se acercó para hablar y dijo: "No te preocupes, tengo que enseñarte cómo salir". El maestro preguntó con urgencia: "¿Qué puedo hacer?". El anciano dijo: "Deberías cortar el cabeza de camello y dásela a ti mismo." El maestro se sintió muy feliz. Maravilloso, según sus palabras, le cortó la cabeza al camello con un cuchillo. Matando camellos y rompiendo ollas, son tan idiotas que el mundo se ríe de ellos.
Segundo, traducción
1. Había una vez un hombre que sacaba grano de una urna y lo colocaba en el suelo. El camello metió la cabeza en la urna y se comió el mijo que había dentro, pero la cabeza no podía salir. El maestro estaba preocupado, pero no podía hacer nada. En ese momento, un anciano se acercó y le dijo: "No te preocupes, te enseñaré una forma de sacar la cabeza del camello". El anfitrión se apresuró a preguntar: "¿Qué método?"
2. El anciano dijo: "Siempre que le cortes la cabeza al camello, saldrá naturalmente". El dueño pensó que este método era maravilloso, así que siguió las instrucciones del anciano y le cortó la cabeza al camello con un cuchillo. Como resultado, el camello murió y la urna se rompió. El mundo se ríe de personas tan estúpidas.
Los conocimientos relevantes sobre matar el camello y romper la urna son los siguientes:
1. Matar el camello y romper la urna es una fábula clásica. Tiene a un hombre estúpido como protagonista y cuenta la lección de las pérdidas innecesarias provocadas por la miopía y la impulsividad. Aunque esta historia es simple, la verdad que transmite es profunda y digna de nuestra profunda reflexión. Primero, esta historia ilustra cómo los humanos a menudo toman decisiones equivocadas debido a su miopía.
2. En la historia, debido a que el dueño vio la cabeza del camello atrapada en la urna y no podía salir, estaba ansioso por tener éxito. Sin pensarlo mucho, siguió el consejo del anciano y decidió cortarle la cabeza al camello. No esperaba que, aunque esto parecía rápido y efectivo, en realidad sacrificara un camello y causara mayores pérdidas.
En segundo lugar, esta historia también nos recuerda que debemos mantener la calma y no dejarnos llevar por las emociones. En caso de emergencia, el propietario del vehículo no consideró seriamente el problema debido a la preocupación y la ansiedad, sino que siguió ciegamente el consejo del anciano. Este comportamiento no sólo no logró solucionar el problema, sino que también provocó mayores pérdidas. Por eso, ante las emergencias, debemos mantener la calma, pensar racionalmente y no dejarnos llevar por las emociones.