Aparecí en una calle donde vi mi yo futuro. De ahora en adelante, usaré uniforme de policía, tendré el pelo corto y caminaré con una apariencia elegante. Después de preguntar, descubrí que quería ser capitán de la policía criminal en el futuro.
"Capitán, ha ocurrido un robo en el sexto piso del edificio 15, calle 24. ¡Por favor, vaya y resuélvalo rápido!". Esta voz vino del intercomunicador. Luego, traje a mi yo del futuro aquí y solo le tomó 10 minutos resolver el caso. Luego vamos y arrestamos a los mafiosos. En el proceso, fui apuñalado por el gángster Mirai y su uniforme de policía quedó manchado de rojo con sangre. Después de someter al gángster, el personal médico vendó sus heridas. Pero lo extraño es que desde que la apuñalaron hasta que la vendaron, no derramó una sola lágrima. ¿Dónde está mi frágil pasado?
Le pregunté con curiosidad: "¿Por qué no lloras?" Ella respondió: "Las lágrimas son un signo de debilidad. Me he vuelto fuerte a través del temperamento".
Entonces dio Hablé de lo que sucedió en los últimos veinte años: a la edad de 15 años, fui admitido en la escuela secundaria número 1 de Laiwu. Cuando tenía 18 años, fui admitido en la Universidad de Tsinghua aquí y luego fui a estudiar al extranjero con fondos públicos debido a mis excelentes calificaciones. Después de completar mis estudios, encontré un trabajo con éxito. Más tarde usé mis ahorros para comprar una empresa y el negocio estaba en auge. Pero pronto me sobrevino la desgracia. Me diagnosticaron leucemia y, después de buscar tratamiento médico en todas partes, finalmente encontré una médula ósea adecuada y curé la leucemia con éxito. Sin embargo, para tratar la leucemia, quebré e incluso me endeudé, y la empresa tuvo que declararse en quiebra. Entonces tuve que aceptar la dura realidad. Recogí sobras, trabajé como vendedor ambulante, limpiadora y hasta dormí en la calle. En ese momento olvidé el sabor de las lágrimas. Pero no cedí al destino. Más tarde fui admitido en la Academia de Policía Criminal de China. Después de graduarme, me asignaron a un equipo de policía criminal. Después de repetidas pruebas, finalmente me convertí en el capitán de este equipo de policía criminal.
Después de conocer mis experiencias futuras, volví a la realidad. La experiencia de hoy quedará profundamente grabada en mi memoria. Porque hoy comprendo una verdad que puede beneficiarme a lo largo de mi vida: crecer en el sufrimiento, ¡los contratiempos son la escalera hacia el éxito!