1. Producir oxígeno
Las plantas verdes son consumidoras de dióxido de carbono y productoras de oxígeno. Normalmente, una hectárea de bosque latifoliado puede consumir 1.000 kilogramos de dióxido de carbono y liberar 730 kilogramos de oxígeno al día.
2. Purificar el aire
Por ejemplo, una hectárea de bosque de cedros puede absorber 60 kilogramos de dióxido de azufre al mes. Cannas, rosas, clavos, crisantemos, ginkgo y acacia también pueden absorber dióxido de azufre.
3. Filtrado de polvo
La capacidad de los bosques para absorber el polvo es 75 veces mayor que la de la tierra desnuda. Una hectárea de hayedo absorbe 68 toneladas de polvo al año.
4. Reducir el ruido
Las zonas de árboles pueden absorber y bloquear el sonido. Por lo tanto, plantar una gran cantidad de árboles en las ciudades puede reducir el ruido de manera efectiva.
5. Purificar las aguas residuales:
Los bosques reducen en gran medida el contenido de sustancias disueltas en el agua que fluye y el número de bacterias en el agua.
6. Ajuste climático:
Los bosques tienen un efecto regulador de la temperatura, la humedad y el viento. Grandes áreas de bosque pueden regular el clima a gran escala o incluso global. Pequeñas zonas de zonas forestales también pueden desempeñar un papel en la refrigeración, humidificación y purificación del aire.
7. Mantener el agua y el suelo
La cubierta forestal puede retener las precipitaciones para evitar la erosión directa de la superficie y almacenar el agua de lluvia. El sistema de raíces de los árboles puede fijar el suelo y absorber agua. Las hojas caídas y las ramas muertas también pueden absorber una cantidad considerable de agua, reduciendo el escurrimiento superficial y previniendo la erosión del suelo.
8. Proteger las tierras de cultivo
Los bosques y los cinturones forestales protectores pueden reducir el viento, las sequías, las inundaciones y otros desastres. Los cinturones forestales pueden reducir en gran medida la velocidad del viento, reducir la volatilización del agua y aumentar relativamente la humedad.