La madre de Meng concedía gran importancia a la educación de Mencio. Además de enviarlo a la escuela, también lo instó a estudiar. Un día, Mencio se escapó de casa de su maestro Zisi. La madre de Meng está tejiendo. Cuando vio a Mencio faltar a la escuela, se enojó mucho. Cogió unas tijeras y cortó la tela en el telar. Mencio estaba muy asustado y se arrodilló en el suelo y preguntó por qué. La madre de Meng lo regañó y le dijo: "Lo lees como si yo lo tejiera. Para tejer se necesita un hilo. Después de tejer, será útil". El conocimiento debe acumularse día y noche. Si eres vago, no estudias mucho y te rindes a mitad de camino, te volverás inútil como esta tela cortada. "
Mencio se sintió profundamente avergonzado después de escuchar las enseñanzas de su madre. A partir de entonces, se dedicó al estudio, estudió mucho y practicó las enseñanzas de los santos. Finalmente, se convirtió en un gran erudito y fue llamado un "sabio" para las generaciones futuras.
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Esta historia nos cuenta que la madre de Meng puede sacrificar todo por la educación de sus hijos, y también sabe que la educación de los padres está estrechamente relacionada con el futuro de sus hijos. .