Los padres toman la iniciativa de preocuparse por el desempeño de sus hijos en la escuela y esperan que sus hijos se desarrollen mejor. Esto en sí mismo es un cambio muy bueno. Sin embargo, en los últimos años la relación entre el hogar y la escuela ha comenzado a deteriorarse. Los padres esperan que los profesores cuiden más de sus hijos dándoles regalos, lo que romperá el equilibrio de la relación entre el hogar y la escuela. Es parte de la naturaleza humana que los padres expresen gratitud a los maestros, pero este tipo de gratitud no debe expresarse de manera material. Esto sólo fomentará la tendencia poco saludable de dar obsequios y también puede hacer que los maestros violen la ética profesional.
Se estipula que a los maestros no se les permite solicitar o aceptar propiedad de los estudiantes y sus padres, y no se les permite entretener o entretener a los estudiantes con fondos públicos por otras razones. Es responsabilidad del maestro enseñar a los niños en la escuela. Si se mezcla dinero, es probable que muchos profesores tengan una mentalidad más utilitaria. En realidad, este enfoque constituye un mal ejemplo para los niños. Los maestros utilitarios no pueden tratar a todos los niños de manera justa, y cada esfuerzo que un niño haga tendrá un nuevo precio.
Hacer regalos siempre ha sido una obsesión para muchas personas, siempre sienten que de esta forma pueden aumentar los sentimientos y representar los sentimientos de una persona. Esta no es sólo la idea de algunos padres, sino también la idea de algunos profesores. De hecho, mucha gente en la sociedad así lo cree. La mala educación no es una fiesta. Dar obsequios para expresar la buena impresión que se tiene de la otra persona y expresar respeto por el profesor de forma material no es menospreciar la profesión de profesor, sino también unir respeto y dinero para marcar el precio.