Material del historiador estadounidense Jack Goldstone en Por qué Europa

En "Por qué Europa: El ascenso de Occidente desde una perspectiva de la historia mundial (1500-1850)", el sociólogo histórico Jack Goldstone explica por qué Europa pudo tomar la delantera en la industrialización del mundo. Señaló que antes de la industrialización, China era más rica que Europa, y la ciencia en la India y los países islámicos también estaba más desarrollada. La industrialización de Europa no surgió de ninguna superioridad propia en términos económicos, políticos y militares, orientales y occidentales; países donde estaban. Todos son muy similares. Para explicar por qué Europa tomó la delantera en el desarrollo de tecnología industrial, se debe prestar atención a dos grupos sociales importantes: los ingenieros y los empresarios: los ingenieros aplicaron los resultados de la investigación científica al desarrollo de nuevas máquinas y nuevos procesos, generando así un crecimiento explosivo de la productividad y la producción. Los empresarios, a su vez, mejoraron la producción, el transporte, los tiempos y la utilización de la energía colaborando con los ingenieros y aplicando las nuevas máquinas que desarrollaron. Fue cuando ingenieros y empresarios se unieron y tuvieron libertad para innovar que surgieron nuevas industrias y procesos de producción que crearon un crecimiento económico moderno. La realización de esta cooperación depende de la sinergia de varias condiciones: el gobierno apoya en lugar de suprimir las actividades innovadoras, los líderes religiosos permiten una nueva comprensión de la naturaleza en lugar de adherirse estrictamente a los conceptos tradicionales, y los artesanos y empresarios creen en la ciencia y el poder de la naturaleza. La tecnología de ingeniería puede seguir mejorando la eficiencia de la producción. Los científicos mejoran principalmente su comprensión del mundo a través de experimentos instrumentales en lugar de depender de la lógica y la observación diaria. Sólo Gran Bretaña en el siglo XVIII combinó estas condiciones de manera sin precedentes, formando una colaboración entre ingenieros y empresarios, logrando un salto a la sociedad industrial y luego liderando el desarrollo de Europa y el mundo.