Tomemos como ejemplo la fábula del pollo asesino.

La fábula de matar la gallina consiste en matar la gallina y mostrársela al mono.

En la antigüedad, un granjero cazó un mono salvaje en las montañas. Esperaba que el mono salvaje lo ayudara a cuidar su casa, así que encerró al mono en la puerta. Un día, el granjero descubrió que unas gallinas habían sido robadas por un zorro, así que fue a darle una lección al mono. Pero el mono sonrió alegremente. El granjero estaba enojado, pero no sabía qué hacer.

La segunda vez que descubrió que le habían robado el pollo, el granjero golpeó al mono, pero fue en vano. La tercera vez que salí, descubrí que los zorros todavía se estaban comiendo las gallinas y vi que no quedaban muchas gallinas. El granjero pensó que si el zorro robaba todas las gallinas, también podría matarlas él mismo.

Ese día, mató la gallina en la puerta antes de salir. Cuando el mono vio al granjero degollar al pollo con un cuchillo, rápidamente se tapó los ojos con las manos. El granjero entendió: este mono no teme ninguna paliza. Parecía tener miedo de verme matar el pollo. ¡Sí, eso es todo! Por eso, cada vez que el granjero sale, siempre le muestra al mono cómo matar el pollo. Más tarde, el mono no se atrevió a ser presuntuoso y lo vigiló honestamente.

Tome el significado de matar gallinas como ejemplo:

1. Castigar a algunas personas para asustar a otras. Al castigar a un individuo específico, se disuade a otros de actuar imprudentemente o cometer el mismo error. Esta estrategia consiste en utilizar el miedo de las personas para mostrar la gravedad del castigo y frenar la aparición de malas conductas o violaciones.

2. Establecer autoridad y prestigio. Cuando los líderes o gerentes necesitan establecer su autoridad y prestigio, pueden adoptar el enfoque de "predicar con el ejemplo". Al castigar a una persona, muestra su posición y determinación y, al mismo tiempo, envía un mensaje a los demás de que tiene suficiente poder y capacidad para mantener el orden y hacer cumplir las normas.

3. El papel de la alerta y la educación. Al castigar un ejemplo específico, se puede transmitir a otros una función de advertencia y educación. Este tipo de castigo puede recordar a los demás que presten atención a su comportamiento, se den cuenta de la gravedad del problema y de que pueden enfrentar un castigo similar si violan las regulaciones o estándares éticos.