En segundo lugar, los expedientes académicos también pueden reflejar las actitudes y habilidades de aprendizaje de los estudiantes. Si el expediente académico de un estudiante contiene muchas materias reprobadas o de bajo nivel, los colegios y universidades pueden tener dudas sobre su capacidad académica y creer que es posible que no cumpla con los requisitos de estudio para la escuela de posgrado. Por el contrario, si un estudiante tiene buenas calificaciones en la mayoría de las materias de su expediente académico, los colegios y universidades pueden pensar que tiene una gran capacidad de aprendizaje y un gran potencial de aprendizaje, y que es más probable que sea admitido.
Además, los expedientes académicos también pueden reflejar los planes y objetivos de estudio de los estudiantes. Si un estudiante elige conscientemente algunos cursos relacionados con su dirección de investigación durante la etapa de pregrado y logra buenos resultados en estos cursos, entonces los colegios y universidades pueden pensar que tiene un gran interés en este campo y una base sólida, y es más probable que para ser admitido.
Por último, los expedientes académicos también se pueden utilizar como una referencia importante para que los colegios y universidades seleccionen estudiantes destacados. En el entorno ferozmente competitivo de los exámenes de ingreso a posgrado, los colegios y universidades a menudo dan prioridad a los estudiantes que tienen un desempeño sobresaliente y excelentes calificaciones a nivel universitario. Por lo tanto, tener un expediente académico excelente puede generar más oportunidades de admisión para los candidatos.