El maestro de jiu-jitsu Hiroshi Maeda (1878-1941) introdujo las reglas del combate terrestre en Brasil. Maeda es una experta en jiu-jitsu y judo japonés. Maeda es muy bueno peleando y le gusta participar en varias competencias para poner a prueba sus habilidades. Compite regularmente en competiciones de lucha de contacto total. Maeda es un hombre pequeño, mide 5 pies y 5 pulgadas de alto y pesa 154 libras. A pesar de esto, era tan hábil que se decía que solo había perdido una vez en su vida. Por encargo del gobierno japonés en 1914, Maeda vino a Brasil para ayudar a los inmigrantes japoneses a establecer sitios de reasentamiento. En ese momento, recibió ayuda de Casto Gracie, un exitoso hombre de negocios con una fuerte formación política. Maeda y el inmigrante escocés se hicieron buenos amigos. Entonces Maeda transmitió sus conocimientos de JIU jiu-jitsu a los hijos de Gracie.
Desarrollo familiar Carlos Gracie (1902-94), entonces de 17 años, era el hijo mayor de Casto y fue entrenado por Maeda. Los registros históricos indican que Carlos estudió con Maeda por un período de tiempo limitado, probablemente sólo de dos a cuatro años. Convertirse en un maestro de jiu-jitsu en tan poco tiempo parece imposible. Entonces, ¿qué aprendió Carlos de Maeda? Según los registros históricos, Maeda enseñó a los dos hermanos Gray las técnicas básicas del jiu-jitsu, así como las estrategias generales que los luchadores deben dominar y cómo ganar y controlar las peleas. Estas estrategias son la propia experiencia práctica que Maeda obtuvo al participar en combates sin restricciones. Además, Gracie también adoptó los métodos de entrenamiento de Maeda (entrenamiento de lucha libre) y la filosofía de utilizar la lucha real como prueba de practicidad técnica. Carlos también enseñó jiu-jitsu a sus hermanos: Osvaldo, Casto, João, Yugo y Helio. En 1925, Gracie estableció la Escuela Gracie en Río de Janeiro. Finalmente, Gracie desarrolló muchos conocimientos técnicos sobre Jiu-Jitsu y sus estrategias de aplicación en el combate real. Maeda continuó viajando por Brasil y el mundo, mientras la joven Gracie estudiaba los entresijos de la técnica. Sería difícil para Maeda imaginar que Gracie saldría de las sombras y se convertiría en la mayor leyenda de la lucha de la era moderna. El hermano mayor de Carlos, Elio Gracie (1908-presente), es el menor de los hermanos. Cuando era niño era muy delgado, a menudo se mareaba y los médicos no le permitían hacer ejercicio extenuante. Cuando Helio cumplió 14 años, Carlos se convirtió en su tutor. Carlos practica Jiu-Jitsu desde hace un tiempo y lo enseña con sus hermanos. Aunque Helio no podía practicar con sus hermanos, a menudo los veía practicar jiu-jitsu. Un día, cuando Carlos no pudo entrenar solo a un aprendiz, Helio se ofreció como voluntario para ocupar el lugar de su hermano. Debido a su pequeño tamaño, Helio utiliza la tecnología para compensar su falta de fuerza. El estudiante quedó impresionado por las habilidades de Helio y le pidió que le enseñara formalmente. A medida que avanza el entrenamiento, la condición física de Helio mejora gradualmente.