Aunque el castigo con el bastón es una ley penal mejorada para no ser fatal, porque ninguna ley puede estipular la severidad de la ejecución por parte de los matones, significa que la vida del prisionero está completamente en manos de los matones. Un verdugo experimentado puede mutilar o matar a una persona con sólo unos pocos golpes, o puede golpearla cientos de veces sin romper ningún músculo ni hueso. Por tanto, no es difícil entender que dos víctimas diferentes en la serie de televisión tengan el mismo número de tableros pero tengan finales completamente diferentes.