La característica principal del jardín de infancia forestal es organizar diversas actividades didácticas en el entorno natural, permitiendo a los niños experimentar ricas actividades forestales y promoviendo la mejora general de la calidad de los niños. A diferencia del modelo de enseñanza tradicional que inculca conocimientos sobre la materia a los niños, la educación forestal presta más atención a permitir que los niños adquieran conocimientos a partir de la experiencia directa y concede gran importancia al pensamiento práctico de los niños.
El lugar de implementación de la educación forestal no se limita a los bosques o zonas boscosas. Para las ciudades que carecen de estos recursos, también se pueden utilizar grandes áreas de césped o espacios abiertos cerca de las escuelas como lugar para llevar a cabo la educación forestal. La educación forestal enfatiza el contenido de la educación al aire libre más que la forma de "bosque".
Los jardines de infancia forestales generalmente conceden gran importancia al cultivo de las habilidades para la vida de los niños. Después de que los niños vayan al jardín de infantes todos los días, saldrán al aire libre para aprender diversas habilidades para la vida bajo la supervisión de los maestros. En Alemania, los niños suelen necesitar hacer sus propios fuegos para calentarse, cocinar o iluminar (en algunas partes de Europa las horas de luz son cortas en invierno). Además, los niños tienen que cooperar en el montaje de tiendas de campaña, lavar los platos después de las comidas e incluso cortar ramas o madera.
Observar animales pequeños en la naturaleza; en los jardines de infancia del bosque, los niños suelen encontrar lombrices, hormigas y otros animales pequeños y colocarlos en cajas transparentes con una lupa en la tapa para facilitar la observación. La profesora explica las características y hábitos de vida de estos pequeños animales para que los niños puedan comprender mejor la naturaleza.