Número de serie: 1218 Número de proyecto: X-143 Área o unidad de aplicación: Condado de Aheqi, Región Autónoma Uygur de Xinjiang.
El pueblo kirguís tiene una estrecha relación con las águilas. Durante miles de años, el lugar donde viven ha sido llamado la "Tierra de los Halcones". En la época anterior a las armas, la gente domesticaba águilas feroces para cazar por sí mismas. Un buen halcón podía alimentar a una familia. En el pasado, el precio de un águila era más alto que la dote de una joven kirguisa. Criar un águila también es un lujo. Para obtener un certificado de adiestramiento de halcones, 500 yuanes no deberían significar que este tipo pueda comer dos kilogramos de carne por comida, y debe ser fresca.
En el pasado, para proteger a los animales salvajes, el país prohibió la cetrería. Dos años más tarde, se levantó la prohibición de volar con águilas porque se entendió que volar con águilas era una costumbre popular única del pueblo kirguís durante miles de años y necesitaba ser protegida y transmitida. Los kirguís tienen un acuerdo con el águila: nunca llevan esta preciosa rapaz al nido, sino que siempre se llevan tranquilamente a casa a su águila favorita y la domestican.
Un excelente cetrero necesita poseer tres cualidades: afición, estabilidad y fuerza. Los tres son indispensables.