1. "Grandes y pequeñas"
Un amigo habló de la tía abuela de su pariente, que nunca en su vida había usado zapatos que se ajustaran a sus pies y que a menudo caminaba con zapatos enormes. Si sus hijos y las generaciones más jóvenes le preguntan, ella dirá: "Los pares grandes y pequeños tienen el mismo precio, ¿por qué no comprar el par grande? Cada vez que cuento esta historia, algunas personas siempre se echan a reír". De hecho, en la vida veremos muchas tías, escritoras sin ideas, pero escriben obras gruesas y amargas; pintores sin contenido, pero pintan cuadros supergigantes de políticos y empresarios que muchas veces están fuera de casa, pero tienen; Casa muy grande. Muchas personas persiguen constantemente la grandeza, pero en realidad simplemente las impulsa su codicia interior, como comprar zapatos extragrandes y olvidarse de sus pies.
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Hay pequeñas cosas maravillosas, pero a veces es difícil explicarlas claramente, al igual que los tesoros nacionales de la Ciudad Prohibida: la bola de marfil, la col de jade y la piedra con forma de carne más pequeña de lo que podemos imaginar. Por supuesto, no importa qué tipo de zapatos compres, lo más importante es que te queden bien; no importa lo que persigas, siempre debes detenerte en la moderación.
2. "Living Pearls"
En el mercado nocturno de Hawaii, hay algunos puestos que venden perlas vivas. Hay un cubo de madera en el puesto. Hay agua en el cubo y el agua está llena de ostras perladas. Cada ostra perlada se vende por siete dólares y los turistas pueden elegirla ellos mismos. Después de elegir las ostras perladas, el vendedor las abre y saca una perla en el acto, como en un sorteo de lotería. Si tienes la suerte de tocar una perla grande, la gente a tu lado aplaudirá con entusiasmo.
El vendedor dijo que todas estas perlas fueron plantadas en el mar al mismo tiempo, pero algunas son grandes, otras pequeñas, algunas redondas y algunas torcidas. Incluso las personas que plantaron las perlas no. No sé el motivo. Como era realmente cruel desenterrar ostras perleras vivas, me fui rápidamente, pensando que de la arena y la grava de las ostras perleras crecerían perlas diferentes. Lo mismo ocurre en la vida humana, con las mismas heridas y contratiempos, siempre hay algunas. personas que pueden cultivarlas. La perla más hermosa y más grande.
Las personas también deberían ser como las ostras perleras, desarrollar la capacidad de remodelar las heridas, transformar el trauma de la vida y convertirlo en una hermosa perla. El dolor en la vida es como una perla viva. Si se puede tolerar, brillará con un brillo cristalino; si no se puede transferir, acelerará el ritmo de la muerte.