La Revolución Industrial en Europa en el siglo XVII impulsó el desarrollo de recubrimientos hacia una nueva era. El progreso científico, especialmente el establecimiento de la química orgánica, proporciona una base teórica para la investigación y el desarrollo de recubrimientos.
Después de que se estableciera la primera fábrica de pintura en Gran Bretaña en 1790, la pintura comenzó a despedirse de las imitaciones y a transformarse de artesanía a productos industriales. En el siglo XX, con el desarrollo de la industria petrolera, se desarrollaron y pusieron en uso con éxito compuestos poliméricos y los recubrimientos entraron en la era de las resinas sintéticas.