En primer lugar, se fija la cuota de admisión para el examen de ingreso a la universidad y la admisión está abierta al público. Es difícil hacer trampa. Incluso si haces trampa, existe una alta probabilidad de que te descubran y tu reputación se arruine. Pocos se arriesgan.
En segundo lugar, algunos trucos han sido prohibidos por el Ministerio de Educación. Las oficinas provinciales de contratación no se atreven a hacer más trucos.