1. Manténgase alejado de esas personas a tiempo: si una persona ni siquiera tiene las cualidades morales más básicas, ¿cómo se puede hablar de amistad con ella? Desde una edad temprana, los maestros nos enseñan a aprender un lenguaje civilizado y a utilizar un lenguaje hermoso para elogiarnos unos a otros, en lugar de dejar que estas palabras se conviertan en armas naturales de ataque. Si hay una persona así a tu alrededor, mantente alejado de ella a tiempo. Ciertamente, estas personas no dan una impresión mucho mejor a los demás. ¿Quién quiere que sus amigos digan cosas sucias todos los días? Por supuesto que no.
2. No consideres el olor fragante como una tendencia: algunas personas piensan que mientras mantenga estas malas palabras en mis labios en cualquier momento y en cualquier lugar, otros pensarán que soy genial. No, la gente pensará que esta persona es muy vulgar y no tiene mucha educación, por eso sabe decir estas malas palabras. Porque la verdadera frialdad no está en las palabras, sino en la actitud que una persona aporta a los demás.
En tercer lugar, mantén la coherencia entre tus palabras y tus acciones: tal vez a veces realmente no hiciste nada extraordinario, pero las personas que te rodeaban te atacaron con palabras sucias. Si esto sucede, si no es atroz e implica un resultado final, finja que no lo escuchó. No te alinees con ellos. Porque esta sociedad educará a estas personas tarde o temprano, y todo lo que necesitas hacer es guardar tu corazón y no pelear con esas personas por problemas temporales. Nada de esto vale la pena.