Texto:
El paisaje en el Norte está congelado a lo largo de miles de kilómetros y los copos de nieve flotan a lo largo de miles de kilómetros. Mirando dentro y fuera de la Gran Muralla, solo hay una blancura ilimitada; el río Amarillo, que se extiende hacia arriba y hacia abajo, pierde repentinamente su creciente potencial hídrico. Las montañas vuelan como pitones plateadas y la meseta corre como elefantes blancos como la cera. Todos quieren competir con Dios.
En un día soleado, es particularmente hermoso ver el sol rojo y el hielo blanco y la nieve complementándose.