¿Por qué no podemos comer carne vacuna inyectada con agua? ¿Cuál es la base teórica?

La carne inyectada con agua daña gravemente la salud de los consumidores y no es comestible. Los principales peligros son los siguientes:

Reducción de la calidad de la carne: porque el agua sucia que ingresa al cuerpo del animal hará que las células del cuerpo se hinchen y se rompan. , lo que resulta en un mayor drenaje de proteínas. El entorno bioquímico y el sistema bioquímico enzimático del jugo de la carne se dañan en diversos grados, lo que retrasa el proceso de maduración de la carne. Esto reduce la calidad de la carne.

Fácil de causar contaminación microbiana patógena: la calidad del agua de la superficie de la carne contiene microorganismos patógenos, y la falta de métodos de desinfección durante la operación puede causar fácilmente contaminación microbiana patógena, que no solo destruye el contenido nutricional de la carne, pero también produce una gran cantidad de toxinas bacterianas. Por lo tanto, la carne inyectada con agua no solo afecta el sabor original y el valor nutricional, sino que también acelera la tasa de deterioro de la carne, causando graves daños a la salud de las personas.

Peligros potenciales: los delincuentes a menudo inyectan aguas residuales en la carne y las mezclan con sustancias para desnaturalizar el tejido fibroso de la carne. No sólo la calidad de la carne es mala, sino que el sabor es perecedero, sino que el valor nutricional se reduce considerablemente. . Durante la inspección, se descubrió que algunos carniceros suelen utilizar rociadores de pesticidas viejos para inyectar agua en la carne de res, pero hay residuos evidentes de pesticidas en los rociadores. Debido a la pequeña concentración de residuos de pesticidas, generalmente las personas no se envenenan inmediatamente después de comer carne inyectada con agua, por lo que muchos ciudadanos a menudo lo ignoran. Comer carne vacuna inyectada con agua que contenga pesticidas puede provocar la acumulación de residuos de pesticidas en el cuerpo humano. El consumo prolongado puede provocar mutaciones genéticas, provocar enfermedades e incluso provocar cáncer. Si estás embarazada, también puede provocar malformaciones fetales.