Las condiciones complejas de la carretera también son un motivo, como curvas o pendientes, que pueden provocar fácilmente vuelcos. En la curva, el límite superior del límite de velocidad está claramente marcado como 40 kilómetros por hora, pero alguien gira a una velocidad de 60 kilómetros por hora, lo que es muy probable que provoque un accidente por vuelco. Los expertos sugieren que los conductores deben reducir la velocidad al conducir en curvas o pendientes, porque al tomar curvas a alta velocidad, se generará fuerza centrífuga en la dirección opuesta al volante del conductor, lo que provocará que la carrocería del vehículo se incline cuando la fuerza centrífuga sea mayor. el agarre de los neumáticos, el vehículo patinará o girará de lado.
Con mal tiempo, una conducción inadecuada también puede provocar que el vehículo vuelque, como por ejemplo la lluvia y la nieve. Debido a la acumulación de agua o nieve en la carretera, el coeficiente de fricción entre los neumáticos del vehículo y el suelo se vuelve más pequeño y el vehículo es propenso a volcar debido al deslizamiento lateral durante el frenado a alta velocidad. Al mismo tiempo, mantener el control del vehículo es el factor más importante para reducir la probabilidad de un accidente por vuelco. Por lo tanto, una presión incorrecta de los neumáticos y neumáticos excesivamente desgastados son peligrosos. Los neumáticos excesivamente desgastados pueden hacer que el vehículo patine en carreteras resbaladizas, lo que hace que el vehículo se salga de la carretera y aumente el riesgo de vuelco. Una presión incorrecta de los neumáticos acelera el desgaste de los neumáticos y puede tener consecuencias catastróficas. Es muy importante que los conductores mantengan adecuadamente sus neumáticos y los reemplacen cuando sea necesario.