La vitalidad y autoridad de la ley residen en su reconocimiento y cumplimiento por parte de las personas.
En la sociedad moderna, la ley se considera generalmente como la encarnación de la justicia y la piedra angular para mantener la armonía social y proteger los derechos e intereses de las personas. La vitalidad y autoridad del derecho será analizada y explicada a continuación desde los siguientes aspectos: historicidad, objetividad, fuerza vinculante, equidad, estabilidad, etc.
1. Historicidad: El derecho tiene cierta precipitación histórica y arraigo social, que suelen estar provocados por el sistema social y la tradición jurídica de una determinada época. La naturaleza histórica del derecho le confiere una larga historia y también refleja las características del desarrollo continuo del derecho y su adaptabilidad a los cambios de los tiempos.
2. Objetividad: Las leyes son reglas y normas objetivamente existentes, y su formulación e implementación se basan en hechos objetivos y necesidades sociales. Esta objetividad refleja la naturaleza científica y la racionalidad de la ley y garantiza que la ley pueda verdaderamente satisfacer los intereses y necesidades del pueblo.
3. Fuerza vinculante: La ley es obligatoria y vinculante y puede restringir y regular los comportamientos y actividades de las personas. La fuerza vinculante de la ley refleja la autoridad y la capacidad de hacer cumplir la ley y desempeña un papel importante en la corrección y represión de conductas ilegales y delictivas.
4. Equidad: La ley es un criterio justo que puede proteger los derechos e intereses de las personas y la igualdad de intereses. La ley encarna los valores fundamentales del socialismo y el principio de justicia judicial, y desempeña un papel fundamental y decisivo en el logro de la equidad social y la justicia judicial.
5. Estabilidad: La ley debe ser estable, consistente y predecible, y no puede modificarse ni abusarse a voluntad. Esta estabilidad permite que la ley siga siendo eficaz, creíble y fiable a lo largo del tiempo. Al mismo tiempo, también hace que la gente respete y confíe más en la ley y fortalece la vitalidad y autoridad de la ley.
En resumen, la vitalidad y autoridad de la ley residen en su amplio reconocimiento y observancia. La precipitación histórica, la objetividad, la fuerza vinculante, la equidad y la estabilidad del derecho son la piedra angular de la supervivencia y el desarrollo del derecho, y también hacen del derecho el apoyo de la justicia en el que confían las personas. Sólo promoviendo continuamente la construcción del Estado de derecho y fortaleciendo la aplicación práctica y la mejora de la ley podremos verdaderamente consolidar la autoridad y vitalidad de la ley y promover la estabilidad y prosperidad social.