Las palabras originales fueron dichas por el escritor británico del siglo XIX Benjamin Disraeli: No hay amigos eternos, sólo intereses eternos. Durante la Segunda Guerra Mundial en el siglo XX, Gran Bretaña y la Unión Soviética se reconciliaron. El primer ministro británico Churchill extendió esta frase y dijo que no hay amigos eternos ni enemigos eternos, sólo intereses eternos.
Introducción relacionada:
Benjamin Disraeli:
Su nombre está muy ligado al imperio colonial británico. También es novelista y su reputación social y política ocupa una posición especial entre los sucesivos primeros ministros británicos. Disraeli fue muy elogiado por la burguesía británica a lo largo de la historia y fue considerado una de las figuras más destacadas que llegaron a la cima de la política británica.
Información ampliada
Un famoso dicho de los británicos durante la Segunda Guerra Mundial: "No tenemos enemigos eternos ni amigos eternos. Nuestra misión es luchar por nuestros intereses ante el mundo". Durante la Segunda Guerra Mundial, los países capitalistas como Gran Bretaña y Estados Unidos siempre han sido enemigos del emergente socialismo soviético. Después del estallido de la Segunda Guerra Mundial, países fascistas como Alemania, Italia y Japón invadieron todas partes y se convirtieron en enemigos de pueblos de todo el mundo.
Los países capitalistas como Gran Bretaña y Estados Unidos necesitan convertir a sus enemigos en amigos de la Unión Soviética, formar una alianza y luchar conjuntamente contra los países fascistas. Gran Bretaña, como uno de los iniciadores de la Alianza Mundial Antifascista, lo dijo en un discurso.