Introducción:
Las personas sí presentan algunos cambios fisiológicos cuando mienten, algunos de los cuales se pueden observar a simple vista, como rascarse las orejas, temblar piernas y pies, y una serie de de movimientos humanos antinaturales. También hay algunos cambios fisiológicos que no son fáciles de detectar, como: frecuencia respiratoria y volumen sanguíneo anormales, depresión respiratoria y pulso acelerado, aumento de la presión arterial, aumento del volumen sanguíneo y cambios en la composición, lo que resulta en palidez o enrojecimiento evidente; de la piel de la cara y el cuello; glándulas sudoríparas subcutáneas. Aumento de la secreción, lo que hace que la piel sude, especialmente entre los ojos o el labio superior. Las pupilas de los ojos se dilatan; el estómago se contrae y la secreción anormal de jugos digestivos produce sequedad de la boca, lengua y labios, tensión muscular y temblores que provocan tartamudez;
Debido a que estos parámetros fisiológicos están controlados por el sistema nervioso autónomo, generalmente no están controlados por la conciencia humana, sino que se mueven de forma autónoma. Bajo estimulación externa, se producirán una serie de fenómenos reflejos condicionados. Nada de esto puede escapar a los "ojos de fuego" del polígrafo. Según los expertos en polígrafo, los polígrafos generalmente miden los cambios fisiológicos de una persona desde tres aspectos: pulso, respiración y resistencia de la piel (conocida como "electricidad de la piel").