Un objeto sumergido en un fluido es elevado verticalmente por el fluido, lo que se llama flotabilidad. La flotabilidad se refiere a la diferencia (fuerza resultante) de la presión del fluido en cada superficie de un objeto en un fluido (líquido y gas).
En el año 245 a.C., Arquímedes descubrió el principio de flotabilidad. La fórmula de definición de flotabilidad es F-flotación = G-fila (es decir, la flotabilidad de un objeto es igual a la gravedad del líquido desplazado después de que el objeto se hunde hasta quedar en reposo). Esta fórmula se puede utilizar para derivar la fórmula F-. flotador = ρ-fila líquido gV (ρ-líquido representa la densidad del líquido, en kg/m3; g representa una constante, que es la relación entre gravedad y masa. g=9,8N/kg se puede tomar como 10N/kg ; cálculo aproximado; la línea v representa el volumen del líquido descargado, en unidades de metros cúbicos). Al mismo tiempo, la fórmula de flotabilidad para líquidos también se aplica a los gases.
Causa de la flotabilidad: un objeto sumergido en un líquido o gas está sujeto a la diferencia de presión hacia arriba y hacia abajo entre el líquido o gas sobre el objeto.
La presión sobre la superficie inferior del objeto en el líquido es mayor que la presión sobre la superficie superior del objeto en el líquido, por lo que la fuerza resultante es F arriba - F abajo. La razón es que hay presión en todas las direcciones dentro del líquido, por lo que la superficie superior del objeto está sujeta a la presión hacia abajo del líquido y la superficie inferior del objeto está sujeta a la presión ascendente del líquido. En el mismo líquido, cuanto mayor es la profundidad, mayor es la presión, por lo que la presión en la superficie inferior del objeto es significativamente mayor que la presión en la superficie superior del objeto, por lo que es F arriba - F abajo.
Causa
Debido a que las superficies superior e inferior del objeto están a diferentes profundidades del líquido (o gas), reciben diferentes presiones del líquido (o gas). La presión ascendente sobre la superficie inferior es mayor que la presión hacia abajo sobre la superficie superior, y la diferencia entre estas dos presiones crea flotabilidad. La flotabilidad está estrechamente relacionada con la cantidad de líquido (o gas) desplazada por un objeto.