El lavado de cerebro en China es comparable a los esquemas piramidales, ¡especialmente para las mujeres! ¿Dónde más se refleja el terror del imperialismo japonés?

Japón es un país imperialista. El militarismo está profundamente arraigado en los corazones de la gente. El grado de lavado de cerebro es comparable al de los esquemas piramidales de China, que son más dañinos para las mujeres. De hecho, existe una gran desigualdad entre hombres y mujeres en Japón. Bajo la influencia del militarismo, algunos japoneses acudieron al campo de batalla. Aunque algunas mujeres no pudieron luchar contra el enemigo, decidieron sacrificarse para convertirse en mujeres de consuelo. Algunas mujeres japonesas fueron transportadas como carga, pero estas mujeres no se dieron cuenta de que estaban siendo privadas de sus derechos. Simplemente pensaron que estaban contribuyendo a Su Majestad el Emperador, lo cual era honorable.

Bajo la propaganda del militarismo, algunas mujeres formaron espontáneamente grupos de mujeres de confort, llenos de patriotismo, y fueron al campo de batalla por sus ideales. Japón se volvió loco durante la Segunda Guerra Mundial. Bajo la instigación del emperador Hirohito, los japoneses invadieron tierras chinas e hicieron muchas cosas malas. El militarismo japonés tiene una larga historia, de la cual el espíritu samurái es el núcleo. El emperador Hirohito lavó el cerebro del pueblo con patriotismo y nacionalismo. Para hacer contribuciones al pueblo, promovió el honor de morir en la batalla.

El militarismo es un sistema de valores distorsionado, un concepto que los gobernantes inculcan constantemente al pueblo para lograr sus propios objetivos. El militarismo no sólo tiene cierto impacto en los hombres japoneses, sino también en las mujeres japonesas. Había una vez una mujer japonesa llamada Chiyoko Inoue que se suicidó para permitir que su marido fuera al campo de batalla sin distracciones. El Emperador de Japón apreció mucho los hechos de esta mujer y la nombró heroína durante la era Showa. Muchas mujeres también consideran a esta mujer como su ídolo y alientan a sus maridos a matar gente en China.

Generaciones de mujeres han sido influenciadas por las mujeres heroicas de la era Showa. En Japón, las mujeres de la familia ya no tienen opiniones. No pueden juzgar si la guerra es buena o mala dejándola pasar por completo. A los ojos de muchas mujeres, los hombres japoneses han contribuido al país en el campo de batalla y necesitan hacer algunos sacrificios. Las ambiciones de Japón se han ido ampliando paso a paso mediante la agresión, y la expansión se logra saqueando los recursos de otros países. Pero el militarismo es un concepto deformado que la comunidad internacional no reconoce ni rechaza.